Desearte es mi pecado.
Saciarme de ti es mi legado.
Todos mis sentidos copulan en frente tuyo
Y mientras más te veo, más lúcida me siento.
Besar tus labios con la misma lengua
Que no da tregua al pronunciar tu nombre.
Unir nuestros suspiros con besos desgastados.
Silencios cargados de promesas, promesas ahogadas en un mar de lamentos.
Sentir tu piel resguardada en la mía.
Abrazados, sin dominio alguno. Nos vamos entregando
Al deseo culposo que habita entre nosotros.
Es tu cuerpo un altar sagrado,
Donde quiero devorar mi apetito.
Sumergirme en ti, ajusticiando tu sexo a mi antojo.
Perdiendo la poca cordura que hay en mí,
Despedazando cada parte de tu ser.
Llegando al fin, a ese pequeño instante de placer
Donde la Lujuria se apodera de mí.